Dr. Camilo Cruz
Recientemente tuve la oportunidad de participar en una cumbre de
líderes empresariales latinoamericanos en la ciudad de Miami. Entre
los temas a tratar estaba la situación de las economías de América
Latina. El ministro de finanzas de Chile anotaba que la raíz del
problema económico que enfrentan muchas de nuestras economías está en
creer que la época de vacas gordas va a durar toda la vida y que las
épocas de vacas flacas serán pasajeras. Sin embargo, la historia nos
demuestra una y otra vez que lo contrario es cierto, las épocas de
bonanza duran poco y las épocas de austeridad y caos tienden a
prolongarse más de lo esperado. La pobreza endémica de muchos de
nuestros pueblos es muestra fehaciente de que las épocas de vacas
flacas persistirán hasta tanto no tomemos medidas que busquen
erradicar sus causas en lugar de limitarse a tratar los síntomas.
He aquí cuatro ideas que nos pueden ayudar a triunfar en épocas de
vacas flacas y nos pueden mostrar nuevamente el camino hacia el éxito.
1. Debemos empezar por aceptar un 100% de la responsabilidad por
nuestras circunstancias. Basta de buscar culpables de nuestros
problemas. La responsabilidad por nuestro éxito reposa en nuestros
hombros. Si desea cambiar su situación actual debe actuar y no esperar
a que algo suceda en su entorno. Debemos dejar de esperar que alguien
haga algo y ponernos a hacer algo nosotros mismos. Identifique tres
actividades que pueda realizar en las próximas 48 horas que le
permitan iniciar el cambio de su situación actual. Recuerde que las
buenas intenciones no logran nada, sólo la acción produce resultados.
2. Debemos aprender a fracasar. Si, leyó bien, debemos aprender a
fracasar de manera más efectiva. En nuestro afán por aprender cómo
triunfar hemos olvidado la importancia de aprender como responder al
fracaso. Y lo cierto es que la persona promedio experimentará más
fracasos y caídas en su vida que éxitos. El fracaso es un gran
maestro; así que tiene mucho sentido aprender a responder de manera
positiva al fracaso. Recuerde que el éxito es el resultado de tomar
buenas decisiones; las buenas decisiones son el resultado de la
experiencia y la experiencia es el resultado de tomar malas
decisiones. Entonces, no le tema al fracaso.
3. Debemos enfocar nuestra mente en las soluciones. El cerebro es
incapaz de enfocarse en dos cosas a la vez. De manera que decidimos
enfocarnos en los problemas; en virtud de dicha decisión habremos
optado por no enfocarnos en las soluciones. Las crisis no se
solucionan hablando de ellas, sino identificando sus causas y
escogiendo la mejor solución que trate dichas causas, y no sólo los
síntomas. Identifique la circunstancia más difícil que está
enfrentando en este momento. Haga una lista de las causas que lo
llevaron allí. Tenga cuidado de que no sean excusas o que esté
depositando la culpa en causas externas a usted. Realice una segunda
lista con las mejores soluciones a dicho problema. Escoja la mejor
solución y comience inmediatamente a trabajar en ella. ¡Es así de
sencillo!
4. Debemos estar dispuestos a cambiar. Hay un proverbio oriental que
dice: "Es absurdo continuar haciendo siempre lo mismo y esperar
resultados diferentes". En uno de mis seminarios una persona, con gran
frustración, me decía: "Dr. Cruz, no lo entiendo, es la décima vez que
hago esto y siempre me sale mal." Le respondí, "y si siempre te sale
mal, ¿por qué continuas haciéndolo?" No debemos confundir la
persistencia con la estupidez. Debemos aprender de nuestras caídas,
pero también debemos entender que para reencontrar el camino al éxito
es posible que debamos desarrollar nuevos hábitos, hábitos de éxito.
Empiece con la siguiente pregunta, ¿qué hábito, si lo lograra
desarrollar, tendría un mayor impacto positivo en mi vida? Una vez que
encuentre la respuesta, póngase en la tarea de adquirirlo.
Indudablemente en las épocas de vacas flacas sólo los obsesionados con
el éxito sobrevivirán, porque son aquellos que se rehúsan a darse por
vencidos, y deciden triunfar a pesar de los peores vaticinios.
Ciertamente, la manera como una persona responde al éxito dice mucho
acerca de ella, pero la manera como responde ante el fracaso lo dice
todo. Bien decía Víctor Frank: "Las circunstancias no definen a la
persona, ellas simplemente la revelan, la exponen ante sí misma". En
lenguaje criollo, "en épocas de vacas flacas, es cuando descubrimos de
qué madera estamos hechos".
Son tus decisiones y no tus condiciones, lo que determina tu destino!
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