El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a
vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 35, debe tomar una
seria y difícil decisión.
A los 35 años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue
tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y
puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho, impidiendo pueda
alimentarse con facilidad. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus
plumas gruesas. Volar se hace muy difícil y pierde agilidad para cazar
y poder así subsistir.
Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o
enfrentar un doloroso proceso de renovación que durara mas de 100
días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse
ahí, en un nido cercano a un paredón, donde no tenga la necesidad de
volver a volar ni corra peligro alguno. Después de encontrar ese
lugar, el águila comienza a golpear su pico en la piedra o paredón,
ignorando el tremendo dolor que eso le produce y poder así arrancarlo
completamente.
Estará sin alimentarse por algunas semanas, esperando el crecimiento
de su pico nuevo, con el que desprenderá una por una sus uñas a raíz.
Mientras las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus
plumas viejas con su pico.
Después de 100 días aproximadamente, sale para su vuelo de renovación,
con pico nuevo… uñas nuevas… plumas nuevas… y a vivir 30 años más!.
En nuestras vidas, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún
tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de
victoria.
Debemos desprendernos de nuestro pasado, pensamientos negativos,
costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado
valioso que una renovación siempre trae.
Solo desprendiendo de raíz y cada una nuestras tradiciones,
Pensamientos negativos, conceptos mal formados desde la niñez…
influencias negativas (familiares, amistades, compañeros de trabajo,
etc), miedos y dudas respecto a que hacer o no hacer…
Todos factores que nos impiden desplegar nuestras alas y lograr el
vuelo de victoria que estamos destinados a alcanzar como águilas que
somos.
No podemos controlar el pasado, si podemos controlar y somos
responsables por no permitir que ese pasado nos controle o domine en
nuestro presente.
seja o primeiro a comentar!